Carl Louis Grasshoff, (1865-1919) conocido por el nombre adoptado de Max Heindel, nació en Dinamarca y se nacionalizo en EEUU, entre 1909 y 1911 creo la Fraternidad Rosacruz, después fundada en EEUU, en 1915, por Harvey Spencer Lewis con el nombre de la Antigua y Mística Orden de la Rosa Cruz (Antiquum et Mysticum Ordo Rosæ Crucis), conocida como AMORC, y situada en San José (California). La Fraternitas Rosae Crucis, se fundo después, en 1920 por Reuben Swinburne Clymer, y se sitúo también en EEUU.
Max Heindel, en su libro “El concepto rosacruz del cosmos”, desarrolla y sistematiza, con mas claridad aunque con cierta rigidez, las ideas de la teosofía de H.P. Blavatsky, radicalizando sus ideas racistas, y añadiendo algunas otras originales y extravagantes opiniones sobre los animales, los géneros humanos, la ciencia, etc..
Para Max Heindel los hombres y las mujeres se diferencian básicamente en la facilidad que poseen las mujeres para llorar, su otro gran descubrimiento es que el origen del flujo femenino es “emocional” y no físico:
“…. La mujer da salida a sus emociones …. porque su cuerpo vital genera un exceso de sangre y la obliga a trabajar bajo una presión interna enorme que rompería las aberturas del cuerpo físico si no hubiera una válvula de seguridad, el flujo periódico, y otra válvula que son las lágrimas, y que limitan la presión en ocasiones especiales, pues las lágrimas son realmente una “hemorragia blanca”. (Max Heindel: "Concepto rosacruz del cosmos, o ciencia oculta cristiana", Editorial Kier, 1978, pag 53)
El hombre puede tener, y tiene, emociones tan fuertes como las de las mujeres, pero generalmente puede suprimirlas sin lágrimas porque su cuerpo vital negativo no genera más sangre que la que puede dominar fácilmente.” (ob.cit. Pagina 54)
Más adelante nos ofrece unas peregrinas opiniones sobre el espíritu de la tierra y su capacidad de sentir placer y dolor:
“La tierra es un cuerpo viviente y sensitivo, y todas las formas que carezcan de un cuerpo de deseos separado por medio del cual pueda el espíritu sentir, están incluidas en el cuerpo de deseos de la Tierra, y ese cuerpo siente. El romper una piedra o cortar una flor produce placer a la Tierra, mientras que arrancar una planta de raíz le produce dolor. Esto se explicará en la última parte de esta obra, porque ahora toda explicación sería incomprensible para la generalidad.”
(ob.cit. Pagina 57)
Aquí Max Heindel exhibe una sensibilidad inusual en lo ecológico, luego veremos como explica este asunto que el mismo juzga tan “incomprensible”. Debemos reconocer, aunque no estemos de acuerdo en el sentido literal de la afirmacion, que como metafora si que es valida y cada vez mas pertinente a las luz de los desastres ecologicos que se suceden cada dia. Sin embargo este enigma no es nada comparable con el referido a su "antropologia". El Sr. Heindel se mantiene fiel a la tradicion de caracter "racista"que a finales del siglo XIX infecto a numerosos personajes de la cultura europea:
“Los sentimientos de los animales y los de las razas humanas inferiores se refieren por completo a la gratificación de los deseos y pasiones más inferiores que encuentran su expresión en las regiones inferiores del Mundo del Deseo.”
(ob.cit. Pagina 58)
Aquí ya empieza a ilustrarnos sobre lo que el entiende como “razas humanas inferiores”. Para empezar los asimila, no los identifica, a los animales, lo que situa al Sr. Heindel en el lugar mas extremo de este pensamiento. Poner en un mismo plano a los animales y las “razas humanas inferiores” es algo más que simple racismo.
El racismo no es simplemente una "forma de pensar", es una autentica enfermedad/perversion espiritual y tambien, quiza en sus formas mas extremas, una enfermedad mental. El racismo se alimenta de dos fuentes realmente venenosas: la ignorancia y el egoismo, pudiendo encontar toda una gama de racistas desde el mas "light", producto de una escasa cultura, hasta el racista "hard", cuya paranoia le convierte en un individuo socialmente peligroso. Para un racista “light” habría bastado con hablar de razas humanas, unas superiores y otras inferiores, pero el “racismo rosacruz” de Heindel va un poco más lejos aproximandose al extremo "hard", al decir que algunas razas humanas no serian del todo humanas, sino equiparables, en ciertos aspectos o modos, a los animales. No obstante sigamos hasta descubrir quienes son estos “humanos inferiores”. De momento contentémonos con aprender que los animales, en general, “no son seres vivos del todo” para el Sr. Heindel:
“Por esta razón, el animal no es un ser completamente “vivo”, es decir, no vive tan completamente como el hombre, ni es capaz de tener deseos y emociones tan sutiles como las de éste, porque no tiene plena conciencia.” (ob.cit. Página 61)
Y en consecuencia los humanos de razas inferiores tampoco serian seres vivos del todo. Al menos eso podemos deducir de las ingeniosas elucubraciones del Sr. Heindel.
Aunque todo esto no deja de sorprendernos, hay que reconocer que elucubraciones groseras racistas son bastantes comunes y habituales entre personajes de su época, incluso hoy día, lo que no es tan común es unir esas nauseabundas opiniones racistas con una híper-ingenua aproximaron a la psicología de los animales domésticos:
“Todo cuanto hacemos, decimos o somos, se refleja en torno nuestro. Esta es la razón de porqué piensan los animales domésticos. Son los más elevados de su clase, casi a punto de individualizarse, y las vibraciones mentales del hombre han “inducido” en ellos una actividad similar de orden inferior. Salvo esta excepción, el reino animal no ha adquirido aún la facultad de pensar.” (ob.cit. Página 62 )
No comprendemos bien esta diferencia entre animales domésticos y el resto, pero aun resulta más delirante la afición del Sr. Heindel por los caballos y los perros:
“Cuando, como ocurre en contados casos, la cabeza etérica de un caballo penetra en la cabeza de su cuerpo denso, el caballo puede aprender a leer, a contar y a ejecutar operaciones elementales de aritmética.….El perro más sabio que el caballo o que el gato, siente a menudo que hay algo que no comprende al ver aparecer a su difunto dueño y no poder lamer sus manos. Huirá asustado y confuso a acostarse en un rincón, con la cola entre las patas.” (ob.cit. Página 68)
Si los caballos pueden llegar a superar la aritmética elemental, debemos suponer que el Sr. Heindel también conceda esa facultad a los “humanos inferiores”, y a los perros, "mas sabios que los caballos" quiza pudieramos instruirles, con paciencia, en el algebra elemental. Pero lo que si es seguro, y esto es algo conmovedor, es que concede a "los humanos inferiores", la capacidad de emocionarse con la música:
“Cuanto más elevado y espiritual es el individuo, más claro habla aquélla, y aun el salvaje se conmueve oyéndola.” (ob.cit. Página 71)
Todo este cuadro de disparatada biología se completa con unas peregrinas opiniones sobre alimentación:
“Todos los bueyes pastan la hierba y todos los leones comen carne, mientras que lo que es alimento para un hombre es veneno para otro”, lo que es una ilustración de la absoluta influencia del espíritu–grupo que contrasta con el Ego que hace que cada ser humano necesite una porción de alimento diferente de la que precisa otro. Los médicos notan la misma peculiaridad al administrar medicinas. Estas actúan diferentemente sobre cada individuo, mientras que la misma medicina produce siempre efectos idénticos en dos animales de la misma especie debido a que todos los animales de la misma especie siguen los dictados del mismo espíritu–grupo y de la Ley Cósmica, y obran siempre similarmente bajo circunstancias idénticas.” (ob.cit. Página 73)
En su conjunto todas estas opiniones, presentadas como revelaciones espirituales dadas por supuestos “hermanos mayores”, forman parte de un imaginario psíquico, realmente curioso, mezcla de ignorancia, ingenuidad y prejuicio. Cuando se refiere a algún elemento conocido de la mitología exhibe opiniones vulgares y delirantes:
“Las tradiciones de la mitología y las leyendas de todo el mundo respecto a los gigantes de antiquísimos tiempos son absolutamente ciertas, pues entonces los hombres crecían tanto como los árboles, por las razones expuestas.” (ob.cit. Página 124)
¿Es posible que Heindel pensara que los huesos fósiles de los dinosaurios pertenecieran a hombres gigantescos?, no podremos saberlo con total seguridad aunque es bastante probable. Siguiendo con la exposición del concepto rosacruz del cosmos, entre los elementos más ideológicos y racistas no podía faltar la “sangre”, como vehiculo espiritual, el karma y la reencarnaron:
La sangre se presenta como el portador del “ego”, lo que entronca el pensamiento de Heindel con la "ariosofia"
“Desde la infancia hasta los catorce años, la médula de los huesos no forma todos los corpúsculos sanguíneos. La mayoría de ellos los suministra la glándula thymus, que es mayor en el feto, y gradualmente va disminuyendo conforme se va desarrollando la facultad individual del producir sangre, al crecer el niño. La glándula thymus contiene, por así decirlo, cierta existencia de corpúsculos proporcionados por los padres y, por consiguiente, el niño que toma la sangre de esa fuente no comprende su individualidad.Hasta que el niño mismo no haga su sangre, no pensará de sí mismo como que es un “yo”, pero cuando la glándula thymus desaparece a los catorce años, entonces el sentimiento del “yo” se expresa completamente, pues entonces la sangre es producida y dominada enteramente por el Ego.” (ob.cit. Página )
El conocimiento del Sr. Heindel sobre la glandula Thymus era algo elemental. El Thymus no "produce la sangre", sino que forma parte del sistema linfático y su tarea es modificar los linfocitos para que distingan las células propias, de otras invasoras que se deben eliminar. Los Linfocitos ya modificados se les llama "Linfocitos T", y entran en el torrente sanguíneo llegando hasta las placas de Peyer, los ganglios linfáticos, el bazo y las amígdalas, que son los organos encargados de protegernos de infecciones externas. El Thymus produce hormonas que controlan y regulan los linfocitos T. La glandula crece hasta la adolescencia, despues se atrofia, pero sigue funcionando toda la vida, no desaparece como erroneamente dice el Sr. Heindel. La idea del Thymus productor de sangre esta relacionada con el interes de los racistas de unir sangre con alma o "espiritu de raza" y justificar asi la exclusion de los grupos etnicos diferentes, la supremacia racial o nacional y la opresion las supuestas "razas inferiores".
Así mismo, la diferencia entre la moralidad de los pobres y la moralidad de los ricos también es algo que Heindel explica con la misma facilidad que hipocresía. El pensamiento social rosacruz esta expresado sinteticamente en este parrafo::
“Uno vive lujosamente; el otro tiene que roer su pobre mendrugo. El uno posee una buena educación moral y un ambiente de elevados ideales; el otro es colocado en un ambiente mezquino y enseñado a mentir y a engañar, y cuanto más bien lo hace más éxito tiene. … ¿Es justo recompensar al uno por vivir honestamente cuando ha sido colocado en un ambiente tal que es sumamente difícil que peque, o castigar al otro que se encuentra tan constreñido que apenas puede tener idea de lo que constituye la verdadera moralidad? “ (ob.cit. Página 134)
Parece que para Heindel los ricos estarían más determinados al bien que los pobres. Esta opinión tan simple deja perplejo a cualquiera, ¿de donde habrá deducido este señor esa supuesta dificultad de los ricos para “pecar”?, o esa extraña correlación entre “vivir lujosamente” con la “educación moral” y los “elevados ideales”.
En cuanto a sus ideas sobre el karma y la reencarnaron, que llama “renacimiento” y “ley de la consecuencia” no son muy originales pues los toma de su profesora la señora Blavatsky, pero llevadas hasta sus más altas y perversas y siniestras conclusiones:
“La ley de Consecuencia exige un ajuste exacto de cuentas. La muerte “no lo paga todo”. (ob.cit. Página 137)
Heindel concede la reencarnación “Express” a los niños con muerte prematura:
“… los niños menores de catorce años no pasan por todo el ciclo completo de vida…. Simplemente pasan a las regiones superiores del Mundo del Deseo y allí esperan una nueva encarnación, la que generalmente tiene lugar dentro de los veinte años después de la muerte." (ob.cit. Página 149)
No obstante, no debemos dejarnos llevar por todas estas precisiones de detalles no esenciales a la doctrina "cristiana" del Sr. Heindel. Para que no tengamos dudas de a quien dirige su mensaje espiritual no dice claramente que:
“Sin embargo, como el Cristianismo es la religión de la raza más avanzada, debe ser la religión más avanzada también, y debido a la eliminación de estas doctrinas de sus enseñanzas públicas, la conquista del mundo material ha sido hecha por los anglosajones y teutones, en lo que esta fase de desarrollo ha sido llevada a su más alto grado.” (ob.cit. Página 146)
Para el Sr. Heindel los anglosajones y los teutones gobernaran el mundo por ser cristianos. Esta es una ideología político-teológica auténticamente simple y dirigida a mentes simples, en definitiva resulta una buena estrategia para su difusión entre anglosajones y alemanes.
A continuaron nos explica con mas detalle su racismo espiritual, que basa en la teoría de los “rezagados”. La posicion de estos "rezagados" en su esquema general puede verse en el "esquema 10" que reproducimos en este articulo y que pertenece al libro que comentamos aqui. Para el Sr. Heindel hay dos tipos de “rezagados”: los “rezagados” del periodo de saturno, es decir los antropoides o monos; y los rezagados del periodo lunar, que son los “mongoles, africanos y todas las demas razas inferiores.”
A continuaron nos explica con mas detalle su racismo espiritual, que basa en la teoría de los “rezagados”. La posicion de estos "rezagados" en su esquema general puede verse en el "esquema 10" que reproducimos en este articulo y que pertenece al libro que comentamos aqui. Para el Sr. Heindel hay dos tipos de “rezagados”: los “rezagados” del periodo de saturno, es decir los antropoides o monos; y los rezagados del periodo lunar, que son los “mongoles, africanos y todas las demas razas inferiores.”
Sobre los primeros, es decir los antropoides, resultan, en su evolucionismo, no anteriores al hombre, sino posteriores. Plantea, pues, una evolución al revés, no el hombre como evolución de un animal antropoide, sino los monos como una degeneración de humanos a causa de algunos pecados. Dejando a un lado esta idea absurda, que Heindel toma de Blavatsky, veamos que dice de los rezagados lunares:
“A mediados de la quinta revolución del Período Lunar , cuando los Serafines dieron el germen del espíritu humano a los adelantados que estaban reparados para seguir adelante, se encontró que a algunos les faltaba algo y, por lo tanto, no podían recibir todavía el impulso espiritual que despertara en ellos al triple espíritu." (ob.cit. Página 199)
(ob.cit. Página 200) |
Ahora ya se entiende mejor porque el Sr. Heindel ponía en el mismo nivel a los animales y a las “razas humanas inferiores”, pero si queda alguna duda, lo aclara aun más:
“Aquellos de la clase segunda , en quienes se podía efectuar la división mencionada, se elevaron hasta el reino humano, pero se le dio el espíritu interno un poco más tarde que a los de la clase 1º. Por lo tanto, no están tan desarrollados como los de la clase 1º y forman, en consecuencia, las razas humanas inferiores.” (ob.cit. Página 205)
De todo esto llegamos a la conclusión que las ideas de este iluminado rosacruz, que tanto éxito tuvo en el plano organizativo mezclando enseñanzas esotéricas, cristianas y euro céntricas con las elucubraciones racistas de H.P. Blavatsky, son, sin embargo. un retroceso espiritual desde la altura a que llegaron otros ilustres rosacruces de su epoca, que no compartían ideas tan racistas ni tan reaccionarias como las del Sr. Heindel.