domingo, 30 de enero de 2011

El Alma: problema fundamental de la psicologia moderna




C A R L    G U S T A V    J U N G


Facetas del alma contemporánea:

Mientras que la Edad Media, la Antigüedad e incluso la humanidad entera desde sus primeros balbuceos vivieron en la convicción de un alma sustancial, en la segunda mitad del siglo XIX se asiste al nacimiento de una psicología «sin alma». Bajo la influencia del materialismo científico, todo lo que no puede verse con los ojos ni aprehenderse con las manos se pone en duda y hasta sospechoso de metafísico, se vuelve comprometedor. Desde ese momento sólo es «científico» y, por consiguiente, admisible, lo que es manifiestamente material o lo que puede ser deducido de causas accesibles para los sentidos.


La metafísica del espíritu, a lo largo del siglo XIX, tuvo que ceder el puesto a una metafísica de la materia; intelectualmente hablando, esto no es más que un giro caprichoso, pero desde el punto de vista psicológico significa una revolución inaudita en la visión del mundo: el más allá toma asiento en este mundo; el fundamento de las cosas, la asignación de los fines, las significaciones últimas, no deben salir de las fronteras empíricas; si damos crédito a la razón ingenua, parece que toda la interioridad oscura se convierte en exterioridad visible, y el valor no obedece ya sino al criterio del supuesto acontecimiento .


En el pasado era un presupuesto evidente que todo lo que existía debía la vida a la voluntad creadora de un Dios espiritual; el siglo XIX, por su parte, ha dado a luz la verdad, no menos evidente, de la universalidad de las causas materiales. Hoy, no es la fuerza del alma la que edifica un cuerpo, sino que, al contrario, es la materia la que, por su quimismo, engendra un alma. Este cambio radical haría sonreír si no fuera una de las verdades cardinales del espíritu de la época. Pensar así es popular; y, por tanto, decente, razonable, científico y normal. El espíritu debe ser concebido como un epifenómeno de la materia. Todo contribuye a esta concepción, incluso cuando en lugar de hablar de «espíritu» se dice «psique», y en vez de «materia» «el cerebro», «las hormonas», «los instintos», «las pulsaciones».


La convicción moderna de la primacía de lo físico conduce, en último término, a una psicología sin alma, es decir, a una psicología en la que lo psíquico no podrá ser sino un efecto bioquímico. No existe, por otra parte, psicología moderna, científica, cuyo sistema explicativo se base unicamente en el espíritu.

La idea de la inmortalidad del alma, por inaudita que nos parezca, no tiene nada de sorprendente para el empirismo primitivo. El alma es, sin duda, algo extraño; no está localizada en el espacio, mientras que todo lo que existe ocupa una cierta extensión. Suponemos con certidumbre que nuestros pensamientos se sitúan en la cabeza; pero si se trata de los sentimientos ya nos mostramos indecisos, pues éstos parecen brotar más de la región del corazón. En cuanto a las sensaciones, están repartidas por el conjunto del cuerpo.


Si se considera que las culturas antiguas, hasta las más primitivas, utilizaron los sueños y las visiones como fuente de conocimiento, se comprende que la vieja concepción haya imputado al alma un saber superior, incluso divino. De hecho, el inconsciente dispone de percepciones subliminales cuyas gama y extensión rozan lo maravilloso; en el estadio primitivo, los sueños y las visiones, en un justo reconocimiento de este estado de hecho, son mirados como fuentes de informaciones importantes; sobre esta base psicológica se han alzado, desde los tiempos más remotos, poderosas culturas, tales como las culturas india y china, que elaboraron filosófica y prácticamente, hasta en sus menores detalles, la vía del conocimiento interior .

Desde el punto de vista superficial, el alma nos parece esencialmente el reflejo de procesos exteriores, que serían, no sólo los promotores ocasionales de ella, sino su propio origen primero. Del mismo modo, el inconsciente no parece explicable en principio sino desde el exterior, a partir del consciente. Sabido es que Freud, en su psicología, hizo esta tentativa. Pero sólo hubiera podido tener verdadero éxito si el inconsciente fuera, de hecho, un producto de la existencia individual y del consciente. Sin embargo, el inconsciente preexiste siempre, al ser disposición funcional heredada de época en época. La conciencia es un brote tardío del alma inconsciente.

La psicología, en su desarrollo actual, se preocupa especialmente del condicionamiento físico del alma; en el futuro, la tarea de la psicología será estudiar el condicionamiento espiritual de las operaciones psíquicas. Pero la historia natural del espíritu se encuentra hoy todavía en un estado comparable al de las ciencias naturales del siglo XIII. Estamos apenas comenzando a confrontar experiencias

La investigación psicológica no ha logrado librar al rostro del alma de sus velos múltiples, pues ésta es lejana, inabordable y oscura como todos los secretos profundos de la vida. Lo más que podemos hacer es decir lo que ya hemos intentado y lo que pensamos emprender en el futuro para acercarnos a la solución de este enigma impenetrable .


Extractos de la conferencia pronunciada en Viena, en 1931, en el «Kultur-bund», y publicada después en Wirklichkeit der Seele (Rascher, Zurich, 1934) con el título Problema fundamental de la psicología contemporánea

domingo, 23 de enero de 2011

Hechos y fantasías sobre la Reencarnación (CC Zain)


Capitulo 7 de “Book 2 Astrological Signatures” de Elbert Benjamine 1  (1925).
Resumen, traducción y notas de Alba de Hermes (2011).

Hechos y fantasías sobre la Reencarnación Parte 1

En Occidente se ha extendido desde los soñadores cielos orientales, durante los últimos 45 años, una brisa suave de especulación metafísica cargada con el aroma de las flores más selectas del pensamiento oriental.

Desafortunadamente, las flores del pensamiento oriental no son muy beneficiosas para la humanidad, en medio de variedades saludables cuyos perfumes son un tónico vigorizante para el espíritu se encuentran otras nocivas, cuyos fétidos olores envenenan y atrofian el alma. … Su efecto es de interés en los asuntos espirituales, pues proporciona altos ideales y nobles aspiraciones, pero al mismo tiempo, puede atenuar la visión espiritual y confundir a la mente. Adormecen los sentidos del alma para refutar sus evidencias, y sumerge la inteligencia en un estado de aburrida apatía en el que, en lugar de hacer el esfuerzo de adquirir conocimientos de primera mano, se contenta a aceptar ciegamente las declaraciones de los demás.
Tanto se ha contaminado el ocultismo occidental con esta enseñanza insidiosa de la reencarnación humana y el karma que apenas podemos abrir un libro sobre temas ocultos, sin encontrar alguna referencia a esos temas, donde se acepta su verdad como algo natural. Las revistas de ocultismo están llenas de referencias a la misma, y rara vez se menciona un fenómeno en el que fuerzas ocultas no desempeñen un papel sin darle una explicación en relación con la reencarnación.

El número de encarnaciones necesarias en forma humana según el Sr. Sinnett 2, que fue el primero en publicar algo relacionado con el número de las reencarnaciones, en como mínimo 686, y normalmente no muy por debajo de 800, pero variando dentro de límites estrechos. Una importante escuela en los Estados Unidos enseña que dos o tres encarnaciones son todo lo necesario, y otros centros de enseñanza de la reencarnación dan cifras entre estas anteriores.

En cuanto al tiempo transcurrido entre las encarnaciones que encontramos en el libro “Budismo Esotérico” del Sr. Sinnett, resulta que un renacimiento en menos de 1500 años resulta casi imposible. Pero una destacada escuela en Francia, cuyas enseñanzas están ganando terreno en Estados Unidos, enseña que no es raro que uno se reencarne en los hijos de su propio hijo y por lo tanto pueda ser su propio abuelo. Las enseñanzas fluctúan entre estos dos extremos, el más generalmente aceptados en los Estados Unidos en la actualidad es tal vez que transcurre cerca de 500 años entre renacimientos.

El efecto preciso del karma también es objeto de mucha discusión, algunos líderes de la vieja escuela al considerar que el mal causado en uno se devuelve sólo de una manera general en una vida futura, mientras que muchos de los maestros más recientes insisten en una reacción específica del bien o del mal – por ejemplo que un asesino será asesinado en una vida futura por su antigua víctima, etc.

H.P. Blavatsky
Además de esta indefinición, que hace fácilmente plausibles las explicaciones porque casi cualquier cosa puede suceder en un sector tan amplio de posibilidades, se tejen alrededor de estas doctrinas, por la imaginación morbosa de semi-lúcidos místicos que se presentan como profesores y alcanzan éxitos editoriales, fantásticas ilusiónes como nunca soñaron los mas eruditos fundadores de la Teosofía, como HP Blavatsky 3, que fue el instrumento en la introducción de la reencarnación en Occidente. A falta de información precisa sobre las teorías que se enseñan, las mentes de muchos estudiantes se llenan con mal definidos y brumosos conceptos. Tal pensamiento fantasioso conduce a una negatividad en la que sin darse cuenta se convierten en influenciables fácilmente por invisibles fuerzas malignas.
Que esto no se enseño por Iniciados occidentales se evidencia en los escritos de HP Blavatsky quien introdujo la reencarnación humana en América. Según su propio testimonio, "La primera vez trabajó bajo la parte egipcia de la sección de África y más tarde en la sección de la India."
Mientras escribió “Isis sin velo”, trabajó en gran medida bajo la dirección de Iniciados occidental, y en varios lugares en la edición original de ese trabajo niega rotundamente la reencarnación humana. Isis sin Velo, vol. I, p. I, p. 351, reads: 351, dice lo siguiente:
“La reencarnación, es decir, la aparición de la misma persona, o más bien su mónada astral, dos veces en el mismo planeta, no es una regla en la naturaleza, es una excepción, como el fenómeno teratológico de un bebé de dos cabezas. “
... No fue hasta que traslado su sede a la India y estuvo en contacto directo con los maestros hindúes que HPB finalmente aceptó la doctrina de la reencarnación humana, un amplio testimonio de ello se encuentran en el “Las hojas del Viejo Diario”, por HC Olcott 4, Presidente-fundador de la Sociedad Teosófica, que era el compañero inseparable y compañero de trabajo de HPB durante el tiempo que estaba escribiendo “Isis sin Velo”. Olcott dice:
“Creo que ella escribió entonces, como lo hizo posteriormente, exactamente de acuerdo con su criterio en cada momento, y que ella era tan sincera al negar la reencarnación entre 1876-1878 como lo era cuando la afirmaba después de 1882. HPB volvió a visitar Simla en 1881sin mi ni tampoco con los dos amigos antes mencionados (el Sr. Sinnett y el Sr. AC Hume), recibiendo en aquel momento, de los Maestros, la teoría de la Reencarnación. El Sr. Sinnett lo expuso en los fragmentos N º 4 (El teósofo, Vol. IV, N º 1, octubre de 1882), donde se sentaron las bases de la doctrina de la Reencarnación Terrestre. "
Esto fue siete años después de la fundación de la Sociedad Teosófica y seis años después de la fecha de la conversación del Sr. Olcott en Nueva York con un Mahatma, en la que la reencarnación fue negada de manera convincente. “No dudo, por lo tanto, que HPB era sincera, porque cuando trabajaba con los Iniciados Occidentales negó la reencarnación, pero después de su traslado a la India su carácter de médium se pronunció notablemente, absorbió y se enamoró de la doctrina en la que entonces estaba inmersa. Los dogmas de sus últimos colaboradores, cuyas mentes habían sido entrenadas para la magia, invadieron su mentalidad a pesar de su formación previa. “

Hechos y fantasías sobre la Reencarnación Parte 2

Ahora, creo, se muestra que las evidencias presentadas como prueba de la reencarnación humana no son sino interpretaciones erróneas de autenticos fenómenos psíquicos y por lo tanto, en este momento, es posible alcanzar una  explicación mejor, para saber cómo y por qué la doctrina llegó a ser aceptada tan ampliamente. Ciertamente no es una "doctrina oculta", pues las doctrinas ocultas y las enseñanzas esotéricas del pasado estaban reservadas para unos pocos iniciados. Las masas siempre se alimentaron con pequeños retazos de verdad. Y acerca de la reencarnación humana no ha habido ningún secreto en ningún momento. Siempre fue proclamada desde "las alturas", es en realidad un dogma sacerdotal. Como tal, fue presentada por el sacerdocio de Oriente, con el mismo propósito que otros dogmas han sido impuestos al pueblo por el sacerdocio de Occidente.
Esto no es una diatriba contra la enseñanza de ningún “alma grande” o Maestro, sino simplemente una reflexión sobre el destino habitual de una doctrina verdaderamente espiritual: La enseñanza se da por algún maestro inspirado como un mensaje, que la mayoría necesita. Atrae seguidores y recibe un impulso. Pero a medida que su influencia se extiende atrae a un sacerdocio dominante, o bien se lo apropia el sacerdocio ya en el poder. El sacerdocio entonces, pues esta es su prerrogativa, se hace custodio de los misterios y durante un tiempo se mantiene desinteresado en su entusiasmo. Pero llega el momento en que ellos o sus descendientes encuentran que el poder temporal y la ventaja de su posición es de mayor importancia para ellos que mantener pura su doctrina. En consecuencia, para mantenerse en el poder y obtener la sumisión de las masas, los dogmas son formulados e incorporados a sus credos, en la forma que creen va a servir mejor a este fin. Por último, las ideas espirituales reales se pierden por el sacerdocio, y el sistema religioso se convierte en toda una máquina para promover sus ambiciones materiales propias. Por supuesto, la gente bajo el yugo de la opresión y rodeado por la injusticia, tienden a rebelarse. Por lo tanto, se convierte en el objetivo del sacerdocio formular y enseñar una doctrina que mantenga la población contenta en su miseria.
Un instrumento común para este fin es la enseñanza de que el sacerdote es el único intérprete de la voluntad divina, y que el poder dominante, por lo general de la mano del sacerdocio, es nombrado por la Deidad, y por lo tanto rebelarse contra ese poder es rebelarse contra la Deidad. En Japón, el Mikado es un descendiente directo del sol, y su palabra es la palabra de la Deidad. El Hierofante Jefe de la Iglesia budista, el Daley Lama, se dice que es una reencarnación de Buda. Es, por lo tanto, tan infalible como el Papa en Roma, que también tiene el derecho divino de los reyes a gobernar, y "el Rey no puede equivocarse." Estas doctrinas, cuando son creídas por el pueblo hacen posible que el rey y el sacerdote vivan en el lujo, mientras que la población vive en la pobreza más abyecta. Sin embargo, para mantener una población servil y prevenir el descontento y la insurrección, ninguna otra doctrina en ningún momento ha sido formulada con tanto éxito como el dogma del karma y la reencarnación humana. El sistema de castas es el resultado natural y obvio de una creencia en la reencarnación humana. Así, se dice, en los países donde se acepta la reencarnación, que la mujer incurre en la pena de haber nacido en forma femenina debido a los pecados cometidos anteriormente, de lo contrario habría nacido un hombre. Así mismo, tratar a una mujer con respeto es como interferir con el karma y por lo tanto se corre el peligro de crear karma malo para uno mismo. Tan fuerte es este sentimiento, que en algunos lugares un hombre no debería rescatar a su madre de ahogarse, si para ello tiene que tocarla. El karma le permitiría acercarle un palo para ayudarle, de lo contrario, debería dejar que se ahogase.
Sobre los nacidos en la casta más alta se supone que han vivido una vida extraordinariamente buena para ser así recompensados, y por lo tanto tienen el derecho de enseñorearse en las siguientes castas inferiores. Los nacidos en las castas inferiores, se supone que han cometido delitos graves en vidas pasadas, por lo que merecen toda la miseria que padecen. Por lo tanto, sería tan injusto aliviar su sufrimiento, como lo sería permitir que un delincuente escapase de la condena impuesta por la autoridad legal. Por otra parte, las castas inferiores, aceptando sus sufrimientos, como una justa deuda, deben permitir a las castas superiores acosarles y oprimirles, porque tomar represalias les crearía aun más mal karma.
La otra idea obsoleta es que los ajustes importantes en la naturaleza son el resultado de la intervención de inteligencias superfísicas. Antes se creía que los volcanes sólo surgían cuando el dios de la montaña estaba enojado, y ahora tenemos los Señores del Karma, que parecen ser los administradores de la ley kármica, tanto como Jehová estando en su trono impartiendo justicia aquí y concediendo favores allí.
Como un ejemplo más de maquinación sacerdotal, podemos ver en “La vida interior”, de Leadbeater 5, que la cabeza de la jerarquía del Este es uno de los pocos “Señores de la Llama” que bajó de Venus hace 18 millones de años, y que los dos maestros que fundaron la TS 6 se convertirán en los lideres temporales y espirituales de la Sexta raza raíz. Es evidente que el poder sería puesto en manos de los sacerdotes, donde estas doctrinas fuesen ampliamente aceptadas. Y por el esfuerzo realizado para preparar el camino, no debería sorprendernos que pronto se hiciera un intento en el oeste con algún falso avatar (esto fue escrito y publicado en diciembre de 1917).
Para los estudiantes serios de Teosofía en todo el mundo tengo el mayor amor y respeto, pero no para esta jerarquía del Este que proclama que la única cosa que necesita occidente es la enseñanza de la reencarnación y el karma, pues, tal creencia desvitaliza el esfuerzo y causa males sociales que considera justos e inevitables. En su lugar, me parece, Occidente y del Este necesitan igualmente la enseñanza de que cuando el hombre quiere, hasta los propios dioses son impotentes. Inarmonías de algún tipo existirán siempre, como cuando los planetas forman aspectos inarmónicos, pero la discordia no tiene por qué manifestarse en su forma actual. A traves de la educación racional se puede abolir la injusticia del hombre con el hombre, por la atención racional a la higiene, tratar una enfermedad, acabar con los males de la pobreza y la riqueza, y el destino y el karma, con la ayuda de todos los planetas en el cielo seremos capaces de modificar. No necesitamos la enseñanza del servilismo hacia el mal y la injusticia. Lo que se necesita es la enseñanza del divino derecho al nacimiento del hombre. Aquí, en Occidente hemos hecho grandes avances en la civilización porque hemos sido capaces de liberarnos de los dogmas más plenamente sacerdotales. Pero en el Oriente los dogmas del karma y la reencarnación humana tienen tal poder sobre las personas que se han hundido en la apatía física y mental. La condición de las personas donde estos dogmas se aceptan demuestra que esto es cierto.

NOTAS


1 Elbert Benjamine (12/12/1882-1952), escribió las 21 lecciones de la “Church of Light” de donde proceden estos extractos, continuador de las enseñanzas de la Brotherhood of Light (antes Hermetic Brotherhood of Luxor, dirigida por Peter Davidson (1837-1915), Max Theon (1847-1927) y Thomas H. Burgoyn (14/4/1855-1894), quien en su libro “Light of Egypt” (1889) expone las tesis del hermetismo moderno. Opuestos al movimiento teosófico, a quienes acusan de apropiarse de muchas de sus ideas. Afirman que la escuela teosófica de Blavatsky tergiversó las doctrinas ocultistas genuinas intoxicando la espiritualidad occidental con ideas orientales “clericales” ya desfasadas.

2 Alfred P. Sinnett (18/1/1840-1921), periodista ingles residente en Bombay (India), en 1878 conoció a Blavatsky y a Olcott, colaborando con la TS desde entonces.

3 Helena Petrova Blavatsky (31/7/1831-1891), vidente y escritora prolífica, fundo junto a Olcott la Sociedad Teosófica en Nueva York. Es la principal representante de la teosofía. Sus escritos sirvieron de inspiración a varias escuelas diferentes del ocultismo teosófico, algunas de marcado cariz racista como la antroposofía de Rudolf Steiner (rama germana escindida de la Sociedad Teosófica), la ariosofía de Guido von List (precursora de la ideología nazi) y los rosacruces de AMORC (exponen las ideas de Max Heindel).

4 Henry Steel Olcott (2/8/1832-1907) Cofundador, junto a H. P. Blavatsky de la Sociedad Teosófica (TS) en Nueva York el 17/11/1875. Fue su primer Presidente. A mediados de 1880 rompió con Blavatsky, y esta dejo el cargo de Secretaria de la TS en 1885. Olcott se mantuvo en la presidencia de la TS hasta su muerte ayudado por Annie Besant, que le sucedió en la presidencia. A partir de la ruptura con HPB, Olcott fue muy critico con su trabajo, especialmente con la devoción mostrada por Blavatsky hacia sus maestros orientales.


5 Charles Webster Leadbeater (16/2/1854-1934) sacerdote anglicano y después miembro de la Sociedad Teosófica de Londres desde 1883. Obispo de la Iglesia Católica Liberal, fundada por A.H. Mathew, se dedico al estudio de la Literatura, la religión y la Ciencia Aria. Se le acusó de pedófilo en varias ocasiones.



6 Sociedad Teosó
fica



domingo, 16 de enero de 2011

Introducción de Manly P. Hall al libro de Augusta Foss Heindel: ASTROLOGÍA Y GLÁNDULAS ENDOCRINAS


Manly Palmer hall (18/marzo/1901 - 29/agosto/1990) fue un celebre ocultista norteamericano, nacido en Canada, en 1934 organizó la Philosophical Research Society (Sociedad de Estudios Filosóficos) en Los Angeles (California), de su prologo al libro de Augusta Fox, debido a la amistad entre ambos, no debe inferirse que el Sr. Manly compartiera las ideas ni mucho menos la ideología de la Sra. Fox, es decir, las ideas de su marido Max Heindel, fundadores de una rama de los rosacruces: AMORC.

Max Heindel siguió y desarrolló las ideas de la teósofa Helena Blavaski en relación a su cosmogonía imaginaria, en parte fruto del plagio mal interpretado de las doctrinas de la Hermandad de Luxor, una escuela de ocultismo a la que se oponia el movimiento teosofico. Esta cosmogoníase formaba a partir de una geología y una antropología disparatadas, productos de su extraordinaria y febril imaginacion. Su pseudo-geología pretende que la tierra paso por una serie de periodos, 7 en total, que hace corresponder con la aparición de unas razas determinadas. De esto deduce que los actuales negros, chinos, latinos, etc, serian los restos de razas algo degeneradas (algunos de ellos no del todo humanos) y que los únicos pertenecientes a una raza superior (completamente humana) serian los anglosajones y teutones, es decir los ingleses, alemanes y algún que otro nórdico europeo.

Esta ideología perversa esta tras las invocaciones al pretendido "periodo atlante", "comienzo de la época aria" etc. la deducción ultima de esta ideología es que a la fase siguiente de la evolución solo deberian pasar los autenticos arios (anglosajones y alemanes), extinguiendose las otras "razas" y también los híbridos, o producto de matrimonios mixtos entre "arios" y otras "razas inferiores" . Los rosacruces adornan su ideología racista con un confuso y contradictorio llamamiento a la "fraternidad universal", pero debe alertarse que esta fraternidad parece mas que se trata de una "fraternidad blanca", sin participacion de los grupos étnicos  que consideran restos degenerados de razas anteriores a los atlantes, precursores de los "arios", es decir los "lemures".  


A continuación he trascrito el prologo de Hall donde se resumen algunas ideas sobre medicina esotérica de los rosacruces, del libro de Augusta Fox sobre las glandulas endocrinas:


"La Astrología fue una de las siete ciencias sagradas cultivadas por los iniciados del mundo antiguo. Fue estudiada y practicada por todas las grandes naciones de la antigüedad. Los orígenes de la especulación astrológica se obscurecen enteramente en la noche de los tiempos que precedieron al amanecer de la historia. Hay tradiciones que afirman que la ciencia astrológica fue perfeccionada por los magos-filósofos del Período Atlante. Una cosa es evidente, la Astrología surge en esta época actual, adornada con los descubrimientos y los agregados de miles de culturas. La historia de la Astrología es, de hecho, una historia de pensamientos y aspiraciones humanas. Las lecturas de los planetas, como se hacían en las tablas cuneiformes de Sargón, todavía son utilizadas por los astrólogos de esta generación. Solo ante nuevos estándares culturales se hacían modificaciones y cambios.


Al  comienzo  del  período  histórico,  se  han  reconocido  dos  escuelas  de  Astrología  bien diferentes. Con el declive del clericalismo a finales de la civilización Atlante y comienzo de la época Aria y la profanación de sus misterios, las que hoy llamamos ciencias fueron separadas de la misma genealogía de tradiciones religiosas. La Astrología y la Medicina fueron las primeras en establecer instituciones independientes.


Los sacerdotes de las religiones de estado ya no ejercitaban más un monopolio sobre las artes proféticas y medicinales. Comenzando con Hipócrates, las nuevas cofradías de terapeutas y sanadores se mostraron enteramente ignorantes de la unidad fundamental, de la identidad de las ciencias espirituales y físicas.

La división del aprendizaje esencial en competitivo, o por lo menos no cooperativo, destruyó la síntesis del conocimiento. Frustrada por la división y la discordia, la estructura entera de la educación se rompió en innumerables piezas disímiles. La ciencia de la medicina separada de su fuente espiritual, derivó en la curandería y los actos sanguinarios de las Edades Oscuras, una condición tan lamentable que el hermético Paracelso opinó que, "afortunado es el hombre a quien el médico no le mata”. Así mismo, la Astrología fue corrompida en las predicciones del horóscopo. Divorciada de su propósito divino, siguió realizando una labor sin entusiasmo e insustancial que consistió en su mayor parte de predicciones calamitosas.


Un grupo pequeño de hombres instruidos e iluminados preservaron los secretos esotéricos de la medicina y de la Astrología de las supersticiones de la llamada Edad Media. De tal estatura mental eran los Rosacruces que honraban a Paracelso como uno de sus jefes de igual ideal. A través de Paracelso y de la Rosa-Cruz, los secretos espirituales de la naturaleza fueron restaurados a un nivel fundamental de aprendizaje. El conocimiento fue interpretado místicamente y las ciencias profanas fueron reflejadas simplemente como formas externas de los misterios internos. Los secretos de la interpretación mística fueron ocultados al vulgo y dados solamente a los que anhelaron las cosas del espíritu.


La “Teología Mística” de Dionisio el Areopagita, se convirtió en el libro de textos de un número siempre creciente de hombres y mujeres devotos y amantes de Dios que observaban en todas los formas e instituciones externas las sombras y las semblanzas de la verdad interna.

El mundo moderno que sacrificó tanto para el derecho de pensar, ha crecido en sabiduría por su propio engreimiento. Los educadores han ignorado todos esos valores espirituales que constituyen los ingredientes más preciados del compuesto químico que llamamos civilización.

La ciencia material se ha convertido en una institución orgullosa, en un ensamble de pedagogos y demagogos. No hay lugar para el misticismo en los cánones de la escolaridad. Hipnotizados por la extraña fascinación que la materia ejercía sobre el materialista, los investigadores modernos se olvidaron del alma, esa realidad invisible sobre la cual las ilusiones del mundo se sustentan.

Fue Lord Bacon quien dijo, "un conocimiento pobre inclina a las mentes de los hombres hacia el ateismo, mas la grandeza del conocimiento atrae a las mentes de los hombres de regreso a Dios”. Esta cita maravillosa expresa el tiempo de la edad moderna. Un mundo desilusionado entristecido por el fracaso de las cosas materiales está reclamando una vez más, esas verdades místicas que, de por sí, expliquen y satisfagan. La vuelta al misticismo trae consigo un nuevo interés en la Astrología y la curación.

El misticismo trae consigo una nueva manera de interpretación. Para revitalizar las demandas exigentes de una interpretación mística, todas las ramas del saber deben ser purificadas y modificadas. Para el místico, la Astrología no es solo predicción o dar consejos, es una llave a las verdades espirituales que son abordadas filosóficamente.

Aunque la ciencia ha clasificado, ha tabulado y ha nombrado todas las partes y funciones del cuerpo, no puede describir o explicar quien es el hombre, de donde él vino, porqué él está aquí, o dónde va.

Los Iniciados de la antigüedad estaban preocupados por el hombre en su aspecto universal o cósmico. Antes de que una persona pudiese vivir bien, ésta debía orientarse, saber en parte, por lo menos, su plan de vida. Con este conocimiento podía entonces cooperar con "el plan"; la vida filosófica recomendada por Pitágoras era simplemente conocer y vivir en la verdad.

Los científicos que buscan la causa de aquellas energías que motivan y sostienen el mundo, han decidido por un proceso de eliminación que estas causas deban permanecer en una estructura subjetiva del universo, en la esfera invisible de las vibraciones. La suposición moderna es atribuir a las vibraciones todo lo que no se puede explicar de ninguna otra manera. Desde el momento que reconocemos que el universo se sustenta por una energía invisible que se manifiesta por la ley de la vibración, la física se convierte en superfísica, la fisiología se convierte en psicología, y la astronomía se convierte en Astrología. La Astrología no es nada más ni menos que el estudio de los cuerpos divinos en los términos de las energías que irradian de ellas más que una simple observación de su aspecto y construcción.


El Rosacrucismo original sostuvo una teoría desechada generalmente por los hombres de ciencia y ahora conocida como la teoría microcósmica. Paracelso era el exponente más prominente de este concepto de orden y relaciones universales. Él dijo, "como hay estrellas en los cielos así también hay estrellas dentro del hombre, porque no hay nada en el universo que no tenga su equivalente en el microcosmos”. (el cuerpo humano). En otro lugar Paracelso dice, el "hombre deriva su espíritu de las constelaciones (las estrellas fijas), su alma de los planetas, y su cuerpo de los elementos”.


Es casi imposible que un científico por más entrenado que esté, examine con una adecuada apreciación de valores toda la infinita difusión del cosmos con sus islas de galaxias e incomprensibles formaciones en el espacio inmensurable. Sin embargo, todo este boato de mundos esta dominado evidentemente por un conjunto de leyes autosuficientes.


Las células en el cuerpo del hombre son tan incontables como las estrellas del cielo. Clases incontables de cosas, de especies, de tipos, y de géneros vivos se están desarrollando en la carne, el músculo, el hueso y el tendón de la constitución corpórea del hombre.


La dignidad del microcosmos le da al científico un cierto sentido del sublimidad ante el macrocosmos. Por el uso de la Astrología es posible descubrir la interacción de fuerzas celestiales entre el macrocosmos y el microcosmos. Los centros en el cuerpo físico a través de los cuales las energías siderales ingresan, fueron descubiertos y clasificados por los antiguos griegos, los egipcios, los hindúes y los chinos.

Existe la gran oportunidad de trabajar no solo en examinar el cuerpo físico, sino también su aura, que se extiende más allá del cuerpo formando un atuendo de esplendorosa luz cósmica.


Los últimos años han atestiguado un progreso excepcional en la rama de la ciencia médica llamada Endocrinología, o el estudio de la estructura y el funcionamiento de las Glándulas Endocrinas, con investigaciones vinculadas con los métodos terapéuticos de tratar diversos desórdenes mentales. Estas glándulas ahora se las reconocen como reguladoras de la función física, de los administradores y directores de la estructura corporal, adquiriendo no solo relevancia en las reacciones físicas, sino también en su efecto sobre la mente, la emoción, los reflejos sensoriales, y las supuestas funciones espirituales o metapsíquicas.


Casi todos los endocrinólogos admiten que la Glándula Pineal es la más difícil de entender y la más difícil de tratar. Ahora se la puede atacar tratando solamente las glándulas sobre las que actúa. Las funciones físicas de las glándulas están bastante bien clasificadas. Los médicos están dispuestos a admitir que la función de las glándulas no termina simplemente con su efecto sobre el cuerpo, mas los científicos no están preparados aún para hacer ninguna afirmación más allá del campo de la reacción material. Por lo tanto, es especialmente significativo que con una combinación de clarividencia y Astrología se puedan examinar las Glándulas Endocrinas y descubrir elementos metafísicos en su funcionamiento. Un clarividente moderno usa el mismo método para su trabajo que el utilizado por los sacerdotes iniciados del mundo antiguo, y como esos más viejos adeptos, hace sus contribuciones a la suma del conocimiento que son solamente descubiertos por el materialista después de siglos de experimentación laboriosa.


El trabajo que sigue es un registro espiritual de la función del Cuerpo Pituitario y la Glándula Pineal. Siento que las investigaciones continuadas por la señora Heindel son una contribución definida al tema de la Endocrinología que se debe preservar para el uso de todos los estudiantes de la medicina y de las ciencias ocultas.

Manly P. Hall.





viernes, 31 de diciembre de 2010

El Tarot de los Bohemios. Parte 1. Papus

Gérard Anaclet Vincent Encausse, conocido como "Papus", nació en La Coruña (España), el 13 de julio de 1865, y murió a la temprana edad de 51 años, en París el 25 de octubre de 1916. Como ocultista estuvo ligado a la Sociedad Teosófica de H. Blavaski hasta 1890, año en que se aparto de esta asociación y con solo 25 años de edad, fundo grupos independientes de estudios ocultistas. Papus pensaba que además de la tradición tibetana que defendía H. Blavaski debía tomarse en consideración la tradición egipcia, pero es seguro debieron existir otros motivos mas fuertes para la ruptura con la Sociedad Teosófica, que desconocemos.  En cualquier caso resulta extraña la militancia de un joven francés culto e inteligente como Papus comulgando con las ideas racistas y proto-fascistas de la teosofía blavaskiana. Debia ser duro admitir a un francés medio español (la madre de Papus era española) que tenia que adscribirse a una "raza inferior" a la raza de los "anglosajones y teutones", a los que Blavaski consideraba como la "raza aria superior" dentro de su esquizofrenica elucubracion racista. Hoy, con la perspectiva historica que tenemos, hay que admitir que al salirse de la Sociedad Teosófica, Papus dio un paso inteligente que le honra. "El Tarot de la Bohemios" es un trabajo menor de Papus, todavia algo influenciado por las ideas tesoficas de su juventud, pero no por ello menos interesante:


EL TAROT DE LOS BOHEMIOS
Papus
" Se denomina Tarot a un conjunto de símbolos impresos en láminas o cartas atribuidos al legendario Hermes Trimegisto, y que se emplean comúnmente para la predicción, habiendo llegado hasta nosotros desde lejanísima época por intermedio de los llamados gitanos o bohemios. Esta baraja es para ellos la biblia de las biblias y en un tiempo les facilitó el diario vivir, pues con las mismas decían la buenaventura y eran también un motivo continuo de ocio, puesto que les permitía entretenerse jugando.


El Dr. Gerard Encausse (1866-1916), célebre ocultista que ha firmado sus interesantes escritos con el seudónimo de PAPUS, en este libro nos revela los misterios y secretos del enigmático Tarot, que lo considera como un libro maravilloso que tiene carácter cosmológico, filosófico, iniciático, y adivinatorio, siendo la base sintético-simbólica de todos los pueblos antiguos, pues aunque el hombre común no ve en este conjunto de cartas otra cosa que un simple pasatiempo, los pensadores vuelven a encontrar en ellas la clave de una olvidada tradición esotérica. Este interesante y erudito trabajo está entonces respaldado por el prestigio del expositor, también notable médico y cabalista, quien investigó en las más diversas fuentes y consultó a las más eminentes autoridades en la materia para ofrecernos una obra que ya es clásica dentro del tema."



PRIMERA PARTE
CLAVE GENERAL DEL TAROT
CAPÍTULO PRIMERO

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL TAROT

"Es por lo que hay que abrir el libro y sopesar cui­dadosamente cuanto sea deducido. Entonces reconoce­réis que la droga contenida en su interior era muy diferente a lo que prometía su estuche; es decir que las materias aquí tratadas no eran tan disparatadas como podría inferirse del título que las encabeza."   RABELAIS.

Próxima muerte del materialismo — La síntesis — La ciencia ocul­ta — Las sociedades secretas — Los cultos — El pueblo, órgano de transmisión del esoterismo — Los bohemios — La palabra sagrada de la masonería — Nuestro trabajo.

Estamos en la víspera de una transformación total de nuestros métodos científicos. El materialismo ha dado cuanto era posible esperar de él y los investigadores, desilusionados en su mayoría, es­peran del porvenir lo suficiente como para no descansar por más tiempo sobre los errores del presente. El análisis ha sido llevado, en todas las ramas de nuestros conocimientos, tan lejos como era po­sible; lo cual no ha hecho más que aumentar la profundidad de los barrancos que separan las ciencias.

La síntesis es necesaria; mas, ¿cómo realizarla? Si nos dignamos abandonar por un instante nuestra creencia en el progreso indefinido y en la superioridad fatal de las nuevas generaciones sobre las antiguas, descubriremos fácilmente que las colosales civilizaciones del pasado tuvieron también una ciencia, uni­versidades y escuelas.

La India y el Egipto están todavía sembradas de restos pre­ciosos, que revelan al arqueólogo la existencia de esta ciencia an­tigua.

En la actualidad nos hallamos en condiciones para afirmar que la característica dominante de esta enseñanza era la síntesis, la cual reunía en algunas leyes muy simples la suma de todos los conocimientos adquiridos.

Es importante enumerar las causas que nos han hecho perder esta síntesis, casi por completo.

Antiguamente la ciencia era enseñada a ciertas personas apro­piadas que habían logrado salir airosas de una serie de pruebas. Esta enseñanza se realizaba en el templo, bajo el nombre de mis­terios; el sabio tomaba entonces el título de sacerdote o iniciado. La ciencia era otrora secreta u oculta; de aquí el nombre de ciencia oculta, conferida por los contemporáneos a la síntesis antigua.

Otra causa que explica la poca difusión de las elevadas enseñan­zas está representada por la falta de medios de transporte y por las extensas rutas que era necesario recorrer para alcanzar los más importantes centros iniciáticos.

Sin embargo cuando los iniciados presintieron que se aproxima­ba el momento en el cual todos sus conocimientos quedarían defi­nitivamente perdidos para la humanidad, apelaron a todos los me­dios imaginables para salvar a la síntesis de la destrucción que la amenazaba. Para ello se les ofrecía tres medios principales:


1° Las sociedades secretas, continuación directa de los miste­rios.2° Los cultos, expresión simbólica de las elevadas enseñanzas, para el vulgo.3° Por último, los mismos pueblos, transformados en incons­cientes depositarios de la ciencia.

Veamos qué ha hecho cada grupo del depósito que le fuera con­fiado.


LAS SOCIEDADES SECRETAS

La escuela de Alejandría constituyó la fuente principal de la que emanaron las sociedades secretas occidentales.
La mayoría de los iniciados se habían refugiado en Oriente, y hace relativamente poco tiempo, fue revelado al Occidente que en la India, y sobre todo en el Tibet, algunas fraternidades ocultas conservaban intacta la síntesis antigua.
Pero la existencia en Oriente de dicha ciencia nos interesa me­nos que la historia del desarrollo de las sociedades iniciáticas en el Occidente.

Las sectas Gnósticas, los Árabes, los Alquimistas, los Templa­rios, los Rosacruces y, por último, los Masones, forman la cadena occidental de transmisión de la ciencia oculta.

Una simple ojeada sobre las enseñanzas de estas asociaciones nos permitiría comprobar que la Masonería actual ha perdido casi por completo el sentido de los símbolos tradicionales, que constituía precisamente el depósito que debía transmitir de edad en edad.

Todas las ceremonias del ritual aparecen ridículas al grosero sentido común del abogado o del tendero, vivientes representantes en la hora actual, de las profundas enseñanzas de la antigüedad.
Debemos, no obstante, hacer algunas excepciones en favor de ciertos grandes pensadores, tales como Ragon y algunos otros.
En resumen, la Masonería ha perdido el depósito que le fuera confiado, y, ella sola, no puede darnos la ley sintética que bus­camos.

LOS CULTOS

Las sociedades secretas debían ante todo transmitir en su sim­bolismo el aspecto científico de la iniciación primitiva, en cam­bio las sectas religiosas debían dar preferencia al lado filosófico y metafísico de la enseñanza.

Todo sacerdote de un culto antiguo era un iniciado, es decir que sabía perfectamente que no existía más que una sola religión y que la diferencia de los cultos respondía a la necesidad de adap­tarla al temperamento de cada pueblo en particular.

De lo dicho se desprende una consecuencia importante, y es que el sacerdote de un dios, cualquiera que éste fuera, era honro­samente acogido en el templo de cualquier otro dios e invitado a ofrendarle sacrificio. Sin embargo, sería un lamentable error ver en esto una prueba de politeísmo. El gran sacerdote judío de Jerusalem recibió en el templo a un iniciado, Alejandro el Grande, y lo condujo al sagrado santuario para ofrecer un sacrificio.

Nuestras querellas religiosas por la supremacía de un culto de­terminado habría hecho reír a un sacerdote iniciado, de la anti­güedad, incapaz de concebir que hombres inteligentes puedan ig­norar la identidad de religión expresada por todos los cultos.

Semejante sectarismo, defendido por dos cultos ciegos para sus propios errores: los cristianos y los musulmanes, es la causa que motivó la pérdida total de la enseñanza secreta, que daba la clave de la unidad sintética.

Desde luego sería más fácil encontrar la síntesis en la Masone­ría que en nuestras religiones occidentales.

Tan sólo los Judíos poseen, si no el sentido, al menos la letra de su tradición oral o cábala. La Biblia escrita en el idioma judío constituye, desde este punto de vista, una verdadera maravilla. Con­tiene todas las tradiciones ocultas, pero el verdadero sentido de la Biblia no ha sido jamás revelado. Solamente los trabajos de Fabre D' Olivet han dado comienzo a esta tarea prodigiosa y la tra­ducción del Génesis ha sido al fin reconstituida por Saint Yves d'Alueydre en su "Teogonía de los Patriarcas". Los ignorantes des­cendientes de la inquisición, cuya sede está en Roma, han puesto en el índex estos estudios. El porvenir los juzgará.

No obstante cada culto tiene su tradición, su libro, su Biblia que enseña, a los que entienden, la unidad de ese culto con todos los demás.

El Sepher Bereschit de Moisés es la Biblia judía, el Apocalip­sis y el Evangelio Esotérico forman la Biblia cristiana, la Leyenda de Hiram es la Biblia masónica, la Odisea la del pretendido politeísmo griego, la Eneida la de Roma, en fin, los Vedas hindú y el Corán musulmano son demasiado conocidos para hablar de ellos.

Cuando se posee la clave, todas estas biblias revelan una misma doctrina. Esta llave, que puede abrir el esoterismo, está perdida para los sectarios de nuestros cultos occidentales. Por lo tanto es inútil bus­carla entre ellos.

LOS PUEBLOS

Los sabios no se habían hecho muchas ilusiones respecto al porvenir de esta tradición confiada a la inteligencia y virtud de las generaciones futuras.

Moisés había elegido un pueblo para preservar a través de las edades el libro que resumía toda la ciencia del Egipto; pero antes de Moisés, los iniciados hindúes eligieron otro para transmitir a las generaciones venideras la enseñanza primitiva de las grandes civilizaciones de la Atlántida.

El pueblo no ha burlado jamás las esperanzas de aquellos que depositaron en él su buena fe. Ignorando las verdades que posee, no se preocupa de alterarlas en lo más mínimo y considera un sacri­legio el más leve atentado contra su depósito.

Así es como los Judíos nos han transmitido, intactas, todas las letras que forman el Sepher de Moisés. Pero Moisés no resolvió el problema en la forma magistral como lo hicieron los Tibetanos.
Entregar a un pueblo un libro para que lo adore y lo conserve intacto, está bien; pero dar a un pueblo un libro que le ayude a vivir, es todavía mejor.
El pueblo encargado de transmitir, desde la más lejana anti­güedad, el conocimiento oculto, es el pueblo bohemio.

LOS BOHEMIOS

Los bohemios poseen una biblia; esta biblia les facilita el dia­rio vivir, pues con ella predican la buenaventura; esta biblia es también un motivo continuo de ocio, puesto que les permite entre­tenerse jugando.

Sí, ese juego de cartas denominado Tarot, que poseen los bohemios, es la biblia de las biblias. Es el libro de Thot-Hermes-Trismegisto, es el libro de Adán, es el libro de la revelación pri­mitiva de las antiguas civilizaciones.

Cuando el Masón, hombre inteligente y virtuoso, ha perdido la tradición; cuando el sacerdote, hombre igualmente inteligente y vir­tuoso, ha perdido su esoterismo; los Bohemios, hombres ignorantes y viciosos, nos dan la clave que nos permitirá explicar todos los simbolismos.
¿Cómo no admirar la sabiduría de estos iniciados que han utilizado el vicio y le han hecho producir, desde el punto de vista del bien, mejores resultados que a la virtud?
Este juego de cartas de los bohemios es un libro maravilloso, como acertadamente lo ha observado Court de Gébelin y sobre todo Vaillant. Este juego, con el nombre de Tarot, Torá, Rota, ha formado sucesivamente la base de la enseñanza sintética de todos los pueblos antiguos.

Allí donde el hombre del pueblo no ve otra cosa que un simple pasatiempo, los pensadores vuelven a encontrar la clave de esta oscura tradición. Raymond Lulle basa su Ars Magna sobre el Tarot y logra reemplazar el cerebro humano con el automatismo de aquél;
Jerome Cardan escribe sobre las claves del Tarot un tratado de la sutilidad; Guillaume Postel halla en el Tarot la llave de las cosas ocultas y Louis Claude de Saint Martin, el filósofo desconocido, ve descriptos en ellos los lazos misteriosos que unen a Dios, el Universo y el Hombre.
Es gracias al Tarot que hallaremos y desarrollaremos esta ley sintética encerrada en todos los simbolismos.
...
INRI es la palabra que os revela la identidad de vuestro origen, o Masones o Católicos.

Igne Natura Renovatur Integra.
lesus Nazareus Rex ludeorum son los polos opuestos, científi­cos y religiosos, físicos y metafísicos de una idéntica doctrina.

IOD HÉ-VAU-HÉ  es la palabra que os señala la uni­dad de vuestro origen, ¡oh! Masones, ¡oh! Cabalistas. TAROT, TORÁ, ROTA son las palabras que os indican a todos vosotros, orientales y occidentales, la unidad de vuestros deberes y aspiraciones en el Eterno Adán-Eva, fuente de todos nuestros conocimientos y creen­cias.
Salud, pues, nómades bohemios, a quienes agradecemos la con­servación de este maravilloso instrumento, resumen sintético de toda la enseñanza antigua.

NUESTRO TRABAJO

Comenzaremos por un estudio preliminar respecto a los elemen­tos de la cábala y de los números.

Munido de estos datos, expondremos en todos sus detalles la construcción del Tarot, estudiando por separado cada una de las piezas que componen nuestra máquina, para luego pasar a la acción que cada una ejerce sobre la otra. Seremos en este punto lo más explícitos posible.

A continuación abordaremos algunas aplicaciones de la máqui­na, pero solamente algunas, dejando al verdadero investigador el cuidado de hallar las demás. Limitaremos nuestro trabajo a una sola clave, constituida por una fórmula sintética; facilitaremos tan sólo la herramienta de trabajo. Aquellos que desean aprender que la utilicen a su sabor, y, con toda seguridad, apreciarán la utilidad de sus esfuerzos y de los nuestros.

Aquellos que suponen que la ciencia oculta no debe ser develada pueden estar tranquilos. La experiencia nos ha demostrado que pue­de decirse todo sin temor; sólo comprenderán aquellos que deben comprender; los demás tildan a nuestros escritos de oscuros e inin­teligibles.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El Tarot de los Bohemios. 2ª Parte. PAPUS

Gérard Anaclet Vincent Encausse, conocido como "Papus", nació en La Coruña (España), el 13 de julio de 1865, y murió a la temprana edad de 51 años, en París el 25 de octubre de 1916. Como ocultista estuvo ligado a la Sociedad Teosófica de H. Blavaski hasta 1890, año en que se aparto de esta asociación y con solo 25 años de edad, fundo grupos independientes de estudios ocultistas. Papus pensaba que además de la tradición tibetana que defendía H. Blavaski debía tomarse en consideración la tradición egipcia, pero es seguro debieron existir otros motivos mas fuertes para la ruptura con la Sociedad Teosófica, que desconocemos. En cualquier caso resulta extraña la militancia de un joven francés culto e inteligente como Papus comulgando con las ideas racistas y proto-fascistas de la teosofía blavaskiana. Debia ser duro admitir a un francés medio español (la madre de Papus era española) que tenia que adscribirse a una "raza inferior" a la raza de los "anglosajones y teutones", a los que Blavaski consideraba como la "raza aria superior" dentro de su esquizofrenica elucubracion racista. Hoy, con la perspectiva historica que tenemos, hay que admitir que al salirse de la Sociedad Teosófica, Papus dio un paso inteligente que le honra. "El Tarot de la Bohemios" es un trabajo menor de Papus, todavia algo influenciado por las ideas tesoficas de su juventud, pero no por ello menos interesante:

CAPÍTULO SEGUNDO ("El Tarot de los Bohemios" Papus)

EL NOMBRE SAGRADO IOD-HE-VAU-HE

La cábala y el nombre sagrado — La iod — La hé — La vau, — La 2a hé — Síntesis del nombre sagrado.

Si debemos creer a la antigua tradición oral o cábala, existe un nombre sagrado que revela, al mortal que descubra la verdadera pronunciación, la clave de todas las ciencias divinas y humanas. Este nombre que los israelitas no pronuncian jamás, y que el gran sacer­dote decía una vez al año en medio de los gritos del pueblo profano, es aquel que se halla en la cima de todas las iniciaciones, aquel que irradia en el centro del triángulo resplandeciente correspondiente al grado 33 de la Masonería Escocesa, aquel que se instala sobre el pór­tico de nuestras viejas catedrales; está formado por cuatro letras he­breas y se lee: iod-hé-vau-hé.


Se las emplea en el Sepher Bereschit o Génesis de Moisés para designar la divinidad, y su construcción gramatical es tal que recuer­da por su misma estructura los atributos conferidos a Dios por los buenos deseos de los hombres.


A continuación veremos que los poderes atribuidos a esta pala­bra constituyen, hasta cierto punto, una realidad, atento a que abren con facilidad la puerta simbólica del arca que contiene la revela­ción de toda la ciencia antigua. Por lo tanto nos es indispensable entrar en algunos detalles a dicho respecto.

Esta palabra está formada por cuatro letras, iod, hé, vau, hé. Esta última se halla repetida dos veces.

A cada letra del alfabeto hebraico se le asigna un número. Vea­mos los que corresponden a las letras que nos ocupan

 iod = 10 hé = 5vau = 6

El valor numérico total del nombre iod-hé-vau-hé será entonces:

10+5+6+5 = 26

Consideremos por separado cada una de estas letras.

Todas las letras del alfabeto hebreo no son otra cosa que una serie de combinaciones resultantes del arreglo o permutación de la letra iod. El estudio sintético de la naturaleza, había hecho pensar a los antiguos que los fenómenos naturales eran dirigidos por la actuación de una sola ley. Esta ley, base de la analogía, colocaba la unidad-principio en el origen de las cosas y consideraba a las mis­mas como el reflejo, en grados diversos, de aquella unidad-prin­cipio. Por lo tanto, la iod, formando por sí sola todas las letras y, en consecuencia, todas las palabras y frases, era justamente la imagen y representación de esta unidad-principio, cuyo conocimiento estaba vedado a los profanos.

En consecuencia, la ley que presidió a la creación del idioma de los Hebreos es la misma que presidió a la creación del Universo, y conocer la una es conocer implícitamente la otra. He aquí lo que tiende a demostrar uno de los más antiguos libros de cábala, el Sepher Jesirah.

Antes de continuar, aclaremos mediante un ejemplo la defini­ción que hicimos de la iod. La primera letra del alfabeto Hebreo, aleph, está formada por cuatro iod opuestas dos a dos. Lo mismo ocurre con todas las demás letras.

El valor numérico de la iod conduce a otras consideraciones. La UNIDAD-PRINCIPIO, según la doctrina de los cabalistas, es también la UNIDAD-FIN de los seres y de las cosas, y la eternidad no es, desde este punto de vista, más que un eterno presente. Por esto los anti­guos simbolistas (symbolistes) han expresado esta idea mediante un punto en el centro de un círculo; representando la unidad-principio por la circunferencia, línea sin comienzo ni fin.

Según esto, la unidad expresa la suma de todos los seres creados, los cuales representan sus partes constitutivas; lo mismo que la unidad-hombre está formada por la suma de los miles de millones de células que constituyen su ser.

En el origen de todas las cosas, la cábala sitúa la afirmación ab­soluta del ser por sí mismo, del ser-unidad, cuya representación sim­bólica es la iod, y el número 10 como expresión numérica. Este número (10) representando la unión del principio-todo (1) a la nada-ninguno (0) se adapta perfectamente a las condiciones exigidas.

LA HE
Mas el Yo no puede concebirse sino como opuesto al No Yo. Apenas nos afirmamos como tal Yo, nos vemos en la obligación de aceptar idéntica afirmación de parte del YO-ABSOLUTO, de lo cual inferimos la noción de su existencia.

Este es el origen de la "dualidad", de la oposición, del Binario —imagen de la femineidad—, así como la unidad es la imagen de la masculinidad.

Diez, dividiéndose para oponerse a sí mismo, da cinco (5), número exacto de la letra "hé" —segunda del gran nombre sagrado.

La "hé" representará así el "pasivo" referido a la "iod", que simbolizará el "activo"; el "no yo" referido al "yo"; la "mujer" en relación al "hombre"; la "sustancia" en relación a la "esencia"; la "vida" con referencia al "alma", etcétera.

LA VAU
Mas la oposición del Yo al No Yo produce un nuevo factor, la relación entre el Yo y el No Yo.

Luego, la "vau", sexta letra del alfabeto hebreo, generada por 10 (iod) + 5 (hé) = 15 = 1 + 5 = 6, representa un "corchete" y también una "relación"; es el corchete que reúne los opuestos en la naturaleza, constituyendo el tercer término de esta trinidad:
Yo ­­­­­_________ No Yo
Relación del Yo con el No Yo


LA SEGUNDA HE

Más allá de la trinidad, considerada como ley, nada puede existir. La trinidad es la fórmula sintética y absoluta que comprende to­das las ciencias. Esta fórmula, cuyo valor científico parecía ya olvi­dado, nos ha sido transmitida íntegramente por todas las religiones (depositarias inconscientes de la CIENCIA-SABIDURÍA de las primitivas civilizaciones).

Es debido a esto que el nombre sagrado está constituido tan sólo por tres letras. El cuarto término se halla compuesto por la re­petición de la letra "hé"

Esta repetición señala el tránsito de la ley Ternaria a una nueva aplicación, podríamos decir: la transición del mundo metafísico al mundo físico, y, en términos generales, de un mundo cualquiera a su inmediato subsecuente.

El conocimiento de esta propiedad, que caracteriza a la segun­da "hé", es la clave de aplicación del nombre divino. En lo que sigue presentaremos la prueba de esta afirmación.


RESUMEN SOBRE EL NOMBRE IOD-HE-VAU-HE

Conociendo el valor de cada uno de los términos que comprende el nombre sagrado, hagamos la síntesis y totalicemos los resultados obtenidos.
El nombre "iod-hé-vau-hé" está formado por cuatro letras, sig­nificando cada una de ellas:
La "iod": El principio activo por excelencia.
El yo = 10.

La "hé"; El principio pasivo por excelencia.
El no yo = 5.

La "vau": El término medio, el corchete que reúne el activo con el pasivo, la relación del Yo con el No Yo = 6.

Estos tres términos expresan la ley ternaria del ABSOLUTO. La "2a hé": La que determina el paso de un mundo a otro, expresa la transición.

Esta segunda "hé" representa al ser total, encerrando en una unidad absoluta los tres términos que lo constituyen: YO-NO YO-RELACIÓN; el paso del noumeno al fenómeno y, recíprocamente, el paso de una gama a otra gama. Es la semilla que contiene en germen al futuro árbol.

REPRESENTACIÓN DEL NOMBRE SAGRADO

El nombre "iod-hé-vau-hé" puede representarse de muchas ma­neras, cualquiera de ellas nos demostrará su utilidad. Por ejemplo, en forma de círculo:

Mas como la 2ª "hé", término de transición, resulta la entidad activa de la gama siguiente, es decir: como la 2a "hé" re­presenta en realidad una "iod" en germen, se puede escribir el nom­bre sagrado colocando la 2a "hé" debajo de la primera "iod", del siguiente modo
 10      5          6iod - 1° hé - vau - 2° hé
                                   5
Una tercera manera de escribir el nombre sagrado sería sinte­tizando en la 2a "hé" la trinidad "iod-hé-vau-hé".

Abandonemos por ahora estas consideraciones, sobre las cuales volveremos más tarde, y hablemos un poco de la concepción pita­górica de los números.

LA IOD La iod, configurada por una coma y también por un punto, re­presenta el principio de las cosas.